Incineradoras: funcionamiento y utilidad

Las incineradoras son instalaciones donde se pueden reducir a cenizas los residuos sólidos, o basura, que se genera cada día. Pero para cumplir con su objetivo deben estar construidas con materiales refractarios de alta calidad, resistencia y que permitan mantener los hornos bien aislados.

La palabra incinerar nos trae a la mente la idea de reducir algo a cenizas. Este acto se ha extendido y hecho muy popular, en especial, a la hora de usarlo cuando una persona fallece.

La incineración es una alternativa a los entierros en nichos o bajo tierra, y es una opción por la que cada vez más personas se deciden a la hora de pensar cómo quieren ser enterrados.

Por otro lado, las incineradoras también sirven para ofrecer un servicio al ciudadano que permite eliminar una gran cantidad de residuos sólidos urbanos, lo que conocemos como basura, lo que puede traer ciertos beneficios.

Pero para que las plantas incineradoras funcionen de forma correcta es necesario que estén construidas con materiales de gran calidad como los que proporciona refractarios Teide, ya que estos hornos alcanzan unas temperaturas muy elevadas.

Los retos de las incineradoras

Las incineradoras son hornos grandes que necesitan alcanzar unas altas temperaturas en su interior, con lo que se consigue que los residuos que estén dentro queden reducidos a cenizas.

Para que esto se consiga, es esencial que los materiales con los que se haya construido el horno incinerador sean fuertes, resistentes y que aíslen a la perfección.

Solo de esta manera se logrará alcanzar el objetivo a cumplir, que es acabar con los desperdicios y basura que se genera, consiguiendo que los vertederos estén menos llenos y evitar que materiales que pudieran resultar peligrosos para la vida afecten a la salud.

Beneficios de las incineradoras

Aunque todavía hay algún que otro debate en torno a los beneficios reales de las incineradoras, la realidad es que aportan algunas ventajas a considerar, siempre y cuando se construyan siguiendo todos los protocolos de seguridad y se cumpla con los estándares de calidad exigidos para los materiales.

Reducción de residuos

A nadie le gusta tener un vertedero cerca de sus casas, por eso el uso de las incineradoras, aunque no evita que los vertederos existan, sí que pueden ayudar a que la cantidad de residuos que hay en ellos se reduzca de forma considerable.

Ayudan a producir energía

Las incineradoras son una fuente de energía, pudiendo utilizar el calor y la electricidad que producen para promover un uso más eficiente de la energía en los hogares.

Posible reducción de la contaminación

Las incineradoras ayudan a eliminar residuos que pueden ser muy contaminantes como son los que provienen de entornos sanitarios.

Además, en comparación con los vertederos, las incineradoras resultan más respetuosas con el medio ambiente, gracias a nuevos filtros que facilitan que atrapen los residuos contaminantes evitando gases nocivos.

Ahorro y menos olores

Gracias a ser construidos con un buen material refractario para horno, las incineradoras producen menos malos olores. Esto ayuda a encontrar zonas más cercanas para levantar las instalaciones, lo que facilita el transporte de residuos y, a su vez, reduce los costes de transporte.

Como vemos, el uso de incineradoras para eliminar residuos, trae diferentes ventajas a la sociedad. Pero para que su objetivo se cumpla, es fundamental que esté construida con materiales de la más alta calidad y resistencia.