Gato con sindrome de down

Gato con sindrome de down

Animales con síndrome de down

¿Pueden los gatos tener síndrome de Down? Respuesta corta: No. He aquí la razón. El síndrome de Down es, por definición, un cromosoma extra en el emparejamiento del cromosoma 21 en los humanos. Los humanos tienen 23 pares de cromosomas, mientras que un gato sólo tiene 19. La ausencia del par cromosómico 21 significa que no hay ninguna anomalía en ese par.
Los gatos simplemente no tienen suficientes cromosomas para tener lo que se puede llamar propiamente síndrome de Down. Aunque algunos gatos pueden mostrar algunos de los síntomas comparables al síndrome de Down, la causa puede ser otra casualidad genética, una mala alimentación o simplemente que la gata sea ella misma.
Este trastorno genético también se conoce como trisomía 21 debido al cromosoma extra en ese emparejamiento. Se caracteriza por retrasos en el crecimiento, disminución del tono muscular, discapacidad intelectual, mala función inmunitaria y rasgos dismórficos como ojos rasgados y nariz achatada (antes se llamaba mongolismo por este motivo), así como lengua saliente y manos cortas.
Pueden tener propensión a sufrir ataques epilépticos, así como problemas de audición y visión y cardiopatías congénitas. Pueden estar predispuestos a sufrir trastornos sanguíneos como anemia, leucemia y policitemia. Una de las causas subyacentes parece ser que la madre es mayor de edad.

El síndrome de marfan en los gatos

¿Pueden los gatos tener el síndrome de Down? Los veterinarios escuchan esta pregunta con más frecuencia de lo que se cree. La gente suele hacerla cuando su gato parece tener un aspecto y un comportamiento anormales, de manera que se asemeja al síndrome de Down.
Los gatos con rasgos faciales inusuales y ciertas anomalías de comportamiento se han hecho populares en los círculos de las redes sociales. Afirmando que tienen un «gato con síndrome de Down», algunos padres de mascotas crearon cuentas en las redes sociales para ellos, fomentando así la creencia de que el síndrome de Down puede darse en los gatos.
Primero, un poco de información sobre el síndrome de Down: es un trastorno que afecta a uno de cada 700 bebés humanos nacidos en EE.UU. cada año. Se produce cuando el material genético del feto en desarrollo se copia de forma incorrecta, dando lugar a un cromosoma 21 adicional (o a un cromosoma 21 parcial). Esta afección también se denomina trisomía 21.
Básicamente, los cromosomas organizan el ADN de cada célula en haces, ayudando a las células a transmitir este material genético cuando se dividen. Un cromosoma 21 de más (o un cromosoma 21 parcial) provoca una serie de defectos de nacimiento que dan a las personas con síndrome de Down sus rasgos físicos comunes.

Ciervos con síndrome de down

Los gatos sufren efectivamente muchos de los mismos trastornos que los humanos. El síndrome de Down es un trastorno congénito en los humanos, que afecta a las personas que lo padecen tanto física como intelectualmente. Surge de una anomalía cromosómica. El núcleo de cada célula contiene 23 pares de cromosomas en los humanos.
El síndrome de Down es un trastorno que afecta a uno de cada 700 bebés humanos que nacen cada año, comúnmente en EE.UU. Se produce cuando el material genético del feto en desarrollo se copia de forma incorrecta y da lugar a un cromosoma 21 extra (o un cromosoma 21 parcial). Esta afección también se denomina trisomía 21.
Los cromosomas organizan esencialmente el ADN de cada célula en haces, ayudando a las células a transmitir este material genético cuando se dividen. Un cromosoma 21 extra (o un cromosoma 21 parcial) provoca una serie de defectos de nacimiento que dan a las personas con síndrome de Down sus características físicas compartidas.
Los gatos que presentan rasgos faciales inusuales y ciertas anomalías de comportamiento se han hecho populares en los círculos de las redes sociales. Los cuidadores de gatos suelen preguntarse si el gato con síndrome de Down existe, especialmente cuando su gato parece tener un aspecto y un comportamiento anormales, de manera que se asemeja al síndrome de Down. Hay varios datos genéticos que refutan esta afirmación: los gatos no desarrollan el síndrome de Down. De hecho, no pueden. Aunque los síntomas físicos y de comportamiento de algunos gatos pueden parecerse al síndrome de Down, es imposible que sean realmente síndrome de Down, ya que éste es algo que existe únicamente en los humanos.

El elefante con síndrome de down

La aparición del SD es algo que todavía se está investigando a día de hoy, por lo que, aunque los investigadores no tienen todas las respuestas, todavía hay planes y medidas que puedes tomar para asegurarte de que tu gato tenga la mejor calidad de vida.
Cuando Max, el simpático gato pelirrojo, cumplió nueve años, estaba afectado por el SDF. A veces, caminaba hacia objetos como ventanas de cristal. Glen, el dueño de Max, estaba disgustado por el estado de su mascota y se lamentaba de no poder ayudar a Max.
Por otra parte, los gatos que sufren comportamientos extraños no siempre son diagnosticados con SDF. El comportamiento disfuncional puede ser el resultado de una dolencia o de un factor ambiental que obligue a su gato a comportarse de forma extraña.
Cuando dos animales con una composición genética similar se emparejan, su descendencia puede padecer genes defectuosos. En consecuencia, el matrimonio entre miembros de una misma familia aumenta el riesgo de contraer enfermedades recesivas.
Uno de los trastornos neurológicos menos conocidos, también llamado síndrome de Key-Gaskell, es la disautonomía felina, que se da sobre todo en los gatos. En este trastorno, el sistema nervioso del animal es parasimpático o simpático.