Amilasa alta sin sintomas
Amilasa y lipasa ligeramente elevadas
La alfa-amilasa, tanto en sangre como en saliva, se ha utilizado como parámetro de diagnóstico. Mientras que los estudios que examinan la actividad de la alfa-amilasa en la saliva han demostrado que es sensible a la provocación fisiológica y psicológica del sistema adrenérgico, ningún estudio de provocación ha intentado dilucidar el papel del sistema adrenérgico en la actividad de la alfa-amilasa en la sangre. Nos propusimos examinar el impacto del desafío psicológico y farmacológico en la alfa-amilasa en sangre en dos estudios separados.
En el estudio 1, se examinó a sujetos sanos en un paradigma controlado con placebo y doble ciego utilizando yohimbina, un antagonista alfa2-adrenérgico. En el estudio 2, se examinó a los sujetos en un protocolo estandarizado de estrés psicosocial controlado en reposo. En ambos estudios se midió repetidamente la actividad de la alfa-amilasa en sangre.
Los resultados del estudio 1 mostraron que la alfa-amilasa en sangre está sujeta a incrementos más fuertes tras la inyección de yohimbina en comparación con el placebo. En el estudio 2, los resultados mostraron que no había un efecto significativo del estrés psicológico en comparación con el descanso.
Fármacos que causan hiperamilasemia
La amilasa y la lipasa son enzimas digestivas que normalmente se liberan desde las células acinares del páncreas exocrino hacia el duodeno. Tras una lesión del páncreas, estas enzimas se liberan en la circulación. Mientras que la amilasa se elimina en la orina, la lipasa se reabsorbe en la circulación. En los casos de pancreatitis aguda, la actividad sérica de ambas enzimas está muy aumentada.
La lipasa sérica es ahora la prueba preferida debido a su mayor sensibilidad, especialmente en la pancreatitis inducida por el alcohol. Su elevación prolongada crea una ventana diagnóstica más amplia que la de la amilasa. En la pancreatitis aguda, la amilasa puede elevarse rápidamente entre las tres y seis horas siguientes al inicio de los síntomas y puede permanecer elevada hasta cinco días. La lipasa, sin embargo, suele alcanzar su máximo a las 24 horas y las concentraciones séricas permanecen elevadas durante ocho a 14 días. Esto significa que es mucho más útil que la amilasa cuando la presentación clínica o las pruebas se han retrasado más de 24 horas.
Las directrices y recomendaciones actuales indican que debe preferirse la lipasa a la amilasa total y pancreática para el diagnóstico inicial de la pancreatitis aguda y que la evaluación no debe repetirse a lo largo del tiempo para controlar el pronóstico de la enfermedad. La repetición de las pruebas debe considerarse sólo cuando el paciente tenga signos y síntomas de inflamación pancreática o peripancreática persistente, obstrucción del conducto pancreático o desarrollo de un pseudoquiste. Por lo general, se desaconseja realizar pruebas tanto de amilasa como de lipasa, ya que aumentan los costes y sólo mejoran marginalmente la eficacia diagnóstica en comparación con cualquiera de los dos marcadores por separado.
Síntomas de amilasa ligeramente elevada
¿Qué es una prueba de amilasa? Una prueba de amilasa mide la cantidad de amilasa en su sangre u orina. La amilasa es una enzima, o proteína especial, que ayuda a digerir los alimentos. La mayor parte de la amilasa se produce en el páncreas y en las glándulas salivales. Una pequeña cantidad de amilasa en la sangre y la orina es normal. Una cantidad mayor o menor puede significar que tiene un trastorno del páncreas, una infección, alcoholismo u otra condición médica.Otros nombres: Prueba de Amy, amilasa en suero, amilasa en orina
El análisis de amilasa en sangre se utiliza para diagnosticar o controlar un problema del páncreas, como la pancreatitis, una inflamación del páncreas. Puede solicitarse un análisis de amilasa en orina junto con un análisis de amilasa en sangre o después de éste. Los resultados de la amilasa en orina pueden ayudar a diagnosticar trastornos pancreáticos y de las glándulas salivales. Uno o ambos tipos de pruebas pueden utilizarse para ayudar a controlar los niveles de amilasa en personas que están siendo tratadas por trastornos pancreáticos o de otro tipo.
¿Por qué necesito una prueba de amilasa? Su médico puede solicitar una prueba de amilasa en sangre y/o en orina si tiene síntomas de un trastorno pancreático. Estos síntomas incluyen:Su proveedor también puede ordenar una prueba de amilasa para monitorear una condición existente, como:
Amilasa salival elevada
La amilasa es una enzima digestiva segregada predominantemente por el páncreas y las glándulas salivales y que se encuentra en otros tejidos en niveles muy pequeños[1]. La amilasa se describió por primera vez a principios del siglo XIX y se considera una de las primeras enzimas de la historia que se investigó científicamente. Inicialmente se denominó diastasa, pero posteriormente se rebautizó como amilasa a principios del siglo XX[2].La función principal de las amilasas es hidrolizar los enlaces glicosídicos de las moléculas de almidón, convirtiendo los carbohidratos complejos en azúcares simples. Hay tres clases principales de enzimas amilasas: alfa, beta y gamma-amilasa, y cada una de ellas actúa sobre diferentes partes de la molécula de carbohidrato. La alfa-amilasa se encuentra en humanos, animales, plantas y microbios. La beta-amilasa se encuentra en microbios y plantas. La gamma-amilasa se encuentra en animales y plantas. Este artículo se centrará en la alfa-amilasa y sus aplicaciones[3].En 1908, un estudio realizado por Wohlgemuth identificó la presencia de amilasa en la orina, lo que posteriormente condujo al uso de la amilasa como prueba diagnóstica de laboratorio. La amilasa es una prueba comúnmente solicitada junto con la lipasa, especialmente en el marco de la sospecha de pancreatitis aguda[2].